Café Naranjo Publica Selección de poemas de Liván Magdaleno. (Primera entrega)
SIMBIOSIS EN EL ESPEJO
En un abrir y cerrar de ojos
ya no estarás en donde estabas…
Eliseo Diego.
Círculos concéntricos
Cuando nos parece exacto taladran
/ luego los abismos
boquiabiertos y desnucados como postales tardías
daguerrotipos brutales moldeados por ángulos filosos
de cuerpos pendientes transmigraciones repetidas
-es nuestra sentencia, no hay otra salida-
Todo se hace un reflejo, núcleos donde sobreviven
/ los elementos más fuertes
en la irrealidad desmedida del eco sin tono
El umbral detiene el rumbo azaroso
creemos formar parte de sus centros de todo
/ cuanto tocamos
de esa inercia devorada que nace de ella
/ un punto blanco
A veces impredecible como lunas deshojando soles
y una estampida descorcha los vórtices
hacia emanaciones terrenales de sus entidades próximas
/ de sus círculos concéntricos
Cuando nos parece exacto equivocamos
/ la ruta de los dioses
( cualidades huecas de los círculos)
Ya nada tiene en tal caso regreso
hasta el espejo tiene poros deudas con el pasado
aleros deformes lechos ultramarinos
/ inacabados y salinosos
rodeados de cuanta vida estalle
a intervalos de minutos siglos y milenios
Su fin es el mismo punto
embestidos uno dentro de otros formando
/ odas en espirales
¡Cuánto quisimos también nos amaron!
Estamos ahí o sea viéndonos distintos
algo mas adentro que de costumbre.
New Age
Encima del vórtice hay un crepitar de alas
alas pesadas con arabescos exóticos
alas que luchan contra los muertos
contra los vestigios de generaciones insomnes
cada vez más viscerales, libidinosas
En la era de Acuario el vaho conduce al nomadismo exorcizado
Debajo del vórtice se esconde un muro
una docena de armas suicidas
el amo fuego en las entrañas del Fénix
inquieta neblina contamina el universo
guiado por meandros de aguas negras
chapoteadas por balas y misiles inteligentes
(se simula el futuro igualitario)
Verdaderos dioses terrenales moran mas allá del arrecife
pueden lamerse la garganta sin ser devorados por sus actos
La utopía ya no es una escaramuza
donde se ambicione el cuarzo ajeno
Junto al río regresan los ángeles
cientos de hermanos divisan el camino
Del otro lado viven miles de siglos luminosos.
Nada
“In status quo”
Caminos hilachados
rancia invasión de fuerzas antagónicas
dendritas fecundan el vacío
hacia el centro de cualquier orificio
Dunas inaccesibles en concurrida galería
/ sin ecuación exacta
turbulento mar de argonautas redime el porvenir
El principio es el fin( siempre)
esclava
ociosa
vástago eterno
esperando un transeúnte más.
Generaciones: real- virtual
Duermo con la hipocresía urbana del mundo
frivolidad como reuma cuaresmal
entre el falso gesto y el verbo postrero
en que asiente el influjo oficio
de labrar la piedra ambas caras
Confieso: no digo que la premura es el artífice
ridículo que aplasta la indiferencia
ni la cierta logicidad reticente
para escuchadores de nostalgias que sobreviven
/ a la tormenta
sino la calma que la provoca
Me transfiguro: virtual- real
Homogéneo
con la ligera diferencia que se torna osadía
la distancia.
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Profecía de Babel II
Cuenta el anciano una historia de viejos textos
/ en remanente gesticular:
Hubo tal desafío que emergió
en trenzada poliritmia un manojo de lenguas
cercenadas con el silencio de los barrotes
Cada reducto fue apostillado con el hambre
y Dios quedó sólo
Del asunto no se volvió hablar.
Dueños de la palabra
Un hombre hiere de muerte en la otra esquina
dedo índice sobre la geografía
usurpa huellas al margen del fango
entonces exige su disparo
reverencias
para una muchedumbre que reclama el sacrificio del amor
Al costado su miseria de cada día
encima del hombro una ciudad desierta
/ atestiguan los perros
el hambre que les habita en las entrañas
y decenas de muertes viajan contaminado el silencio
cuando le persiguen mejillas de harapos inocentes
secuencias y rutas de la conciencia
A esos dueños del mundo búsquenles en lo más hondo
en la inmateria esclava de sus perforaciones
o en el reverso
cuando desdoblen los rostros
/ al alcance de todos
bien sabrán
se esconde un cobarde animal enmascarado en portafolios
Ese infeliz tiene su dardo
sin embargo puede morir como cualquier otro
y será para entonces
que mordido víctima de la palabra
caerá por el propio peso.
En noviembre como en cualquier fecha
El umbral del tragaluz corretea
/ succiona el vapor existente
profana la noche a hurtadillas, el farolero se hace oficio
Subyace en una rajadura de invierno, en tanto cada tecla
/ responde a tu nombre
Todos dormitan como fruta elástica
/ Dormitan
El caracol reflexiona, ella traga las sombras, remanentes
a medianoche, en tanto ruge el sol y carboniza como un espectro letargo
de la piel, que resiste a ser devorada plausiblemente
/ El estrepito no es más que un artefacto
un ruido mecánico, una algarabía electrónica, que asoma con juicio
/ determinante
Morfeo perpetuo
Se hilvana el equilibrio, que pende a cabalgadura, en cada sorbo de cebada
Furtivo, penetro cada espacio de la vulva. Absoluta, redentora,
/ heliocentro imperio que subyuga
Ella, hace cada razón un estribillo sin copas de comparecencia
brindis, por otro sorbo, una mordida occipital trotando
advierte al forastero complicidad tangencial
Noche resbaladiza, en péndulo fértil sobre el pecho
/ tras la lengua
Humedad y desorden, cada oratoria en que precisas
/ la cresta, cóncava en que engulles
Súmate, el cabello revuelto
no da espacio al filigrana, como cuenta saldada
la orquesta sobre curvas ejercita, cuerdas tensas
/ absorben cada estructura corporizada
Mordida oportuna alfombra el instante que se hace eterno
multiplicidad del pez sobre el asfalto
/ desparramado por las oquedades
en tanto hiere la vacuidad manojos del silencio
Cada sorbo se amotina en tu sexo
cada pergamino se ralentiza en noviembre
como nuevos ademanes y no necesariamente caleidoscopios
Bendita luz, que abre el horizonte
se estrecha, escoge la capacidad de permanecer afónica
abre un latido, el gemido acorta la palabra que se escapa
Furtivo, retorna bajo el farol, acorazado
/ de esporas
otra vez, nadando sobre el asfalto taciturno del vientre como recuerdo.
Liván Magdaleno.
La Habana, 1976.Licenciado. Graduado de la Facultad Arte de los Medios de Comunicación Audiovisual. Documentalista. Trabajo en la radio y la TV como director de programas. Ha obtenido varios premios con sus documentales: Camaleón,Guanabo 23 y Hombres de Cocodrilos,los cuales fueron exibidos en Francia,Italia,Reino Unido y EUA.
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