Tenemos el gusto de presentar seis poemas de nuestros autores del Café Naranjo, Que los disfruten, no olvides compartir y comentar, gracias infinitas.
Carmen de la Caridad Tejedor González
Cansada de fingir
estoy sobre la tierra entre la bruma
de todo lo que existe:
el horizonte, el árbol, y la espuma;
yo no me sé morir.
Carilda Oliver Labra.
Sin credenciales
Allí en donde estoy
sigo creyendo en las galaxias
Cansada de fingir.
Allí en donde estoy
acoso al tiempo
con las alas de mis sueños
estoy sobre la tierra entre la bruma
Allí en donde estoy
escucho cada ruido del alma
soy la dueña de mis mares infinitos
de todo lo que existe
Allí en donde estoy
para consolar el vuelo
declaro que vivan
el horizonte, el árbol, y la espuma;
Desde allí
florezco en el mar,
en la punta de aquel seno
al sur de las gargantas
yo no me sé morir.
! Canta xente…, canta xente
por campiñas e por veigas!
¡Canta polo mai abaixo
ven camino du ribeira!
Rosalía de Castro.
Alalá al gaitero
Con su cabecita erguida
y el fuelle bajo su brazo,
como el padre
y su abuelo
surca los robledos
mi gaitero.
¿Y el tamboril?
¿ y el pandero?
Alalá al gaitero de Soutelo
! Canta xente…, canta xente…ven camino du ribeira!
Carmen de la Caridad Tejedor González.
Participó en el Primer Campeonato Mundial de Escritura Creativa desde la Habana 2024 y en el Curso de Escritura Creativa del profesor y narrador cubano Alberto Guerra Naranjo. Ha sido publicada en antologías de La Editorial Pasos. Participó en la Bienal de poesía de La Habana 2018 presentando «Misabel» (compilación del epistolario del poeta Pedro López Cerviño). Ha obtenido el 1er premio en género lírico-poesía sin rima en el 14º Certamen Literario Internacional de narrativa y poesía: “Maestro: Ruiz de Souza Rocha” 2021. Participó en el VIII Certamen Literario Enrique Segovia Rocaberti de la Asociación de Amigos de la Biblioteca y del Archivo Histórico de Chinchón y publicación de la obra Evocación.
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Reinier del Pino Cejas
Soneto para la primera ocasión
Toco la curva de tus muslos. Hiero
tu carne tibia que a escuchar convida
el agitado pulso de la vida
tras un gemido dulce y agorero.
Aguardo. El lecho a oscuras. Tu asidero
de virgo mis pasiones intimida.
La joya de tus goces escondida
me asecha en la penumbra. ¿Quieres? ¡Quiero!
Si no te amara. Si no fueras dueña
de esta humedad que me avergüenza a veces.
El corazón, romántico, se empeña
en aguardar. En ser lo que mereces.
Mientras ignoro donde me apeteces,
tu mano hace de brújula y me enseña.
Soneto para que regreses
Llovía aquella tarde y hubo vientos.
Fue entonces que te vi cruzar la puerta.
Ceñido el pantalón. La blusa abierta
sobre una multitud de movimientos.
Buscaste mi calor sin sentimientos.
Fue una sesión de fuego en alma muerta.
Me diste algo de ti. Como una incierta
Entrega. Un disfrutar sin miramientos.
Jamás volví a encontrarte. Esa es mi carga.
La dicha tanta en ocasión tan breve.
La huella de tu piel me sabe amarga.
La almohada con tu olor. Tu tacto leve.
Regresa. Ya mi espera se hace larga
en ese íntimo espacio donde aún llueve.
Reinier del Pino Cejas (La Habana, 1980)
Licenciado en Contabilidad y Finanzas. Periodista, poeta, narrador y locutor. Miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Ha sido galardonado en certámenes literarios de Cuba, España, México, Uruguay, Argentina, Chile y Puerto Rico. Obras de su autoría aparecen en antologías publicadas en Cuba, España, México, Uruguay, Chile y Puerto Rico. Sus trabajos periodísticos han sido premiados en múltiples eventos de la Radio y la Televisión. Ha publicado los libros Poesía de pensamiento, de ensayo (Editorial Lagrimas de Circe, 2019) Por los Valles de mis sueños, en poesía infantil (Editorial Unicornio, 2021) y Canto a Nuestra América, de poesía (Amazon 2021) Ha colaborado en el periódico el artemiseño, la revista La Diana, El Caimán Barbudo, La Jiribilla y el Portal WEB de la UNEAC.
Frank Rodríguez Labrada
Llamar al pan y que aparezca
sobre el mantel el pan de cada día;
darle al sudor lo suyo y darle al sueño
y al breve paraíso y al infierno
y al cuerpo y al minuto lo que piden;
reír como el mar ríe, el viento ríe,
sin que la risa suene a vidrios rotos;
Octavio Paz
Vida que propone
Sin que la cesta lleve de vuelta
el vacío agujero de aire y ciega
dar a la garganta la bebida, la palabra
oculta o distendida, atravesada como un nudo
dar al enemigo el amigo salve y seña
no esperar por la apoltronada hora
donde se escindan los claveles de la letra pactada en el florero
dar al cuerpo y dar del cuerpo
a la comarca con rumia y con labranza
de hombre difícil debajo del árbol de la vida
dejar torcer la higuera y ver revuelo de pájaros oblicuos
torcer la boca y asomar los dientes del testero
como una miel de ángel y de abeja
como un tremor de cantos en el potrero
de la vaca ardiente de cuero y lengua reacia
imitar su rostro apretujado esperando quizás la reja hosca
el lazo, el aguijón, el diente santo
sobre el santo pedazo de tejido
vencer el aguacero que crepita desde el techo cercano
salpicados de saliva y de agasajo
cuando no es preciso la roja puñalada
el hondo quejar, el coágulo de espanto
desvencijar esos universos negros expectantes
de la soledad despavorida
ser un hombre fiel a uno mismo
no saltar la zanja donde la pupila no adobe una franqueza
dejar que pase bajo el puente la nobleza
si no has de cazar con alambres la palabra
cazar el rededor, la sombra, ligereza de tu propia estatura
dar al extinto noble sepultura
vivir ligero de equipaje la existencia que pasa
y pesa, que este peso sea minimizado y frágil
y como el pan sobre la mesa,
por último:
llevar con paz sobre la almohada la cabeza.
Frank Carlos Rodríguez Labrada
(PoetaFrankoo)
Villa Clara, Cuba. Reside en Colombia. Graduado de ingeniería de Sistemas. Docente. Miembro de Café Naranjo. Ha publicado en varias antologías y revistas.
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