épicas del sur

10 Poemas del libro Heredades, de Jorge García Prieto

10 Poemas del libro Heredades, de Jorge García Prieto, Premio Hermanos Loynaz 2022

Un honor para el Café Naranjo, comenzar este vaporoso noviembre del 2023, publicando esta mínima muestra, «10 Poemas del libro Heredades, de Jorge García Prieto, Premio Hermanos Loynaz 2022″. Estamos muy satisfechos porque sabemos que nuestros lectores lo sabrán agradecer.


Antes de entrar lávese el país

aquí arden las estrellas sobre el látigo.

Restriéguese las manos en la cara

hasta quedar sin nada entre los puños.

Borrado tu país       

serás perfecto.

Serás el llanto de aquel recién nacido

que no logra escapar

ni permanece.






Desde niño leo

la palabra muerte en las monedas.

Así he crecido

pagando con la muerte

cobrando con la muerte

y claro

con la patria también

con la palabra patria

muy cerca de la ingle

y la palabra muerte

muy cerca de la patria.

Equilibrio quizás

o desmesura.

Desde niño

enterré en el jardín

una moneda.

No creció arbusto alguno

pero el sol tiene hilos

y yo trepo

llevándome la patria al sol

llevándome la muerte.


Comenzamos vendiendo la niñez que colgaba en los estantes

el machete del abuelo, la cajita

(de galletas) donde abuela lloraba las fotos más antiguas.

Cuando vendimos las lámparas ya habíamos gastado los candiles.

Cuando pusimos precio a los colchones

no quedaban espigas que soñarnos.

Vendimos todo lo que podía arrancarse

menos el televisor (¿cómo respirar sin las noticias?).

En las noticias, la niñez tiene los dientes luminosos,

abuelo blande la victoria en su machete,

abuela destapa una lata de galletas

y el olor de la vainilla desconjuga el aire.

En las noticias, hay una cama donde tenemos sitio

y cada noche

como en la mejor de las orgías nos tendemos

sin tiempo ni oquedad

hasta saciarnos.




Padre tiene un clavo oxidándole la ingle.

Cuando me exhumes, hijo

husmea con un palito entre mis restos

y si el óxido te da un salvoconducto

guarda el clavo.

Hazte un dije, un punzón de sábado en la noche

o simplemente: guarda el clavo.

Su rebotar en el hormigón no pude verlo

al perforarme no dolió

y en el momento de picar para extraerle

llegó un anciano al que tuvieron que amputarle las medallas.

Era una urgencia azul

y regresé a destiempo con la radiografía.

Busca el imán ¿lo notas?

solo cuando llueve y es abril molesta un poco

como si el capullo de grasa que lo envuelve

comenzara a cuartearse.

Cuando me exhumes, si la realidad te deja

apriétalo bien fuerte.

Es un orgullo poder dejarte algo.




Madre corta la gota del vinagre con el índice y lo escurre

(se exprime el dedo como si fuese una frazada).

Gota biliar, gota que rueda pomo adentro

y logra ondas.

Madre ahorra el agua hasta incendiarse.

Madre:

tus uñas

tus ejes

la placenta regitiva…

¿Por qué le ahorras su línea al horizonte?

¿Qué ecuación te subyuga?

Madre ahorra los dientes

aromáticos del ajo

las olímpicas

rodajas de cebollas

los fósforos, todo

lo que una caja encierre.

Y así se gasta

como la luz del fósforo

como el polvo de orégano que deja

caer en breve polen.




Me han llamado mal padre

por construirle a mi hijo una navaja

cuando estuvo preso.

Ardían sus brazos tísicos remando en la clemencia.

Con una hoja de serrucho

construí la navaja.

Como el mar pule los vidrios esmerilé la punta

un poco más, para que al asomarse

lo protegieran las letras de mis ojos.

Una navaja

del tamaño del dolor que me escondí en la boca.

Hermosa

lúbrica

temible

como una paloma que se va tiñendo

y nadie sabe a cuál cielo pertenece.


Puede interesarte la lectura «Tres Poemas de José Alberto Nápoles Torres«


A la muchacha más linda de este barrio

por nombre le pusieron: Yuma.

Hay que ver el rostro de la gente cuando Yuma pasa

de dorado las pecas

el pelo

en otro idioma…

Los muchachos comienzan a emplumar

y una fuerza hacia Yuma los empina en el aire.

Los padres se refugian en la adicción al cloro.

Cada vez más pequeños los conjuga esa fiebre

Debe ser que los dientes les nacen sin pretérito

debe ser que deliro…siempre busco otras luces

me da cosa mirarla…

pero todo está oscuro

por qué todo está oscuro…

Me he sentado a soñar que sostengo un cigarro.

Ojalá que no pase

no sé leerle el pelo

no la veo tan buena, pero hoy

no respondo.



Encima del implante hay demasiado quinto mundo.

Uno está pobre de aparatos…

un parche de isla en cada hueso

el esternón bloqueado en las dos puntas

y los viejos aún vivos sobre el colchón nupcial.

Cuando ambos se mueran dejaremos el catre.

La herencia es esa cama

las manchas sin nacer.

Muchaches….

Ya se exilió hasta el chivo.

¿Lo han visto masticar la mejor hierba

la hierba de estación?

Si lo ven lo saludan desde mi destemplanza

le dicen que mastique

que no se me atragante

que pronto tendré cama donde reír decrépito

que estoy mejor que nunca

que estudié algo tremendo

pero perdí los dientes.



El polvo devora tu sitio en el teatro

tu desteñido traje de besar

tus efemérides.

Día internacional de la canina

curarse las úlceras con hierbas, mascar las hierbas

curarse con hierbas los parásitos del cuerpo y de la psiquis.

Matar por esas hierbas.

Matar al vecino que las arrancó de a cuajo.

Matar al apóstol como si fuese un gusano del arroz

y luego llorar mucho.

Despertar con sobresalto de bosque en fuego.

Correr sin que el fantasma de la mudez se nos desangre.

Acaban de anunciar que es ilegal el clavo del que pende tu familia.

Acaban de sembrar reptiles extranjeros en el foso. Acaban

de pedir

disculpas…

Los perros de la policía tienen el lomo más brilloso que tus trenzas, mujer:

Disculpas.

Los políticos de este país huesudo están obesos:

Disculpas.

Disculpen el cristal que le cambié a mi catalejo.

No quiero ser el uno que va detrás del otro

desde la madera esponjosa del árbol nacional

a la metáfora de la palabra pueblo que es el arrecife.

Disculpen cada cuenca de vidrio en un trueque de sangre.

Si ofrecí a mis hijos lo que prohibí para ustedes

porque los vi pequeños (a ustedes

y a ellos con labios nacientes de mis labios).

Si en los tiempos del odio los despojé de vírgenes.

Si en la puerta del sexo les coloqué un pestillo.

Si encajé la obsidiana hasta el día de hoy

y nunca en carne propia.

Sucede que cuando escribo la espalda se me raja

y aflora con instinto de sobrevivencia el Alien.



Y no me está alcanzando el Alien

ni la vicaria, coño, ni el amor madre a la patria

ni la patria

ni mi madre a pedazos repartida sobre el guiso.

Que no me está alcanzando, que desde la última parada

Lennon comenzó a mirarme como si fuese Lenin

y yo no soy un bolchevique

no sé ni cómo es tragar en ruso.

El sueño de mi hijo es devorar una lata de leche condensada

y  salgo, con mi dólar al hombro

porque un mal día le bien hablé a mi hijo de la palabra sueño,

pero les juro por Dios

que no me está alcanzando el guiso de mi madre.

A ratos parto con un suicida a medias sobre el hombro

y soy un suicida con solo un par de medias gastándose en el mundo.

A tientas entro como un mendigo bajo el barro

toco en la puerta de mi corazón y finjo que estoy naciendo tarde.

Cuando necesité el amor, él me exigió una visa.

Cuando necesité la muerte, ella me dijo que en Bagdad

se estaban cayendo las estrellas. Miles de estrellas

sobre la arena tibia de Bagdad. Que en Corea del Norte

tener un curiel es ofensivo. Qué saben la muerte y el amor

acerca de estas cosas, a lejos de esos astros que caen sobre Bagdad.

Les juro por el último trocito del cigarro

que me enciende el suicida mirar como mi madre

ripia la bandera para agrandar el guiso

porque ha llegado la mosca verdeazul de las visitas

y hay una hora

donde hasta los más feroces tenemos que escondernos.

Puede interesarte la lectura «Seis Poemas de Frank Rodríguez Labrada «

Estás leyendo «10 Poemas del libro Heredades, de Jorge García Prieto, Premio Hermanos Loynaz 2022″, en Café Naranjo. Somos un colectivo de autores que quiere seguir entregando buena literatura cubana y latinoamericana. ¡¡Comparte para poder crecer!!




10 Poemas del libro Heredades, de Jorge García Prieto

Jorge García Prieto

Poeta y Promotor Cultural. Dirigió el Taller Literario Municipal de Arroyo Naranjo. Premio de poesía Manuel Cofiño 2007, segundo lugar en el concurso nacional de poesía “Rafaela Chacón Nardi 2007”, finalista del Premio DAVID 2012, premio nacional de Décima Francisco Riverón Hernández 2017, Premio Ciudad del Ché de Santa Clara 2022, Premio Hermanos Loynaz 2022 y Premio Cucalambé 2023. Tiene publicado los libros POEMAS SUBSIDIADOS (La pereza, USA, 2013) Errático Animal , (Montecallado, 2018)  El lado sano de la lágrima ( Ediciones Laponia, USA, 2019) y No compres mis palabras (Editorial Médano, USA) Textos suyos aparecen en varias  antologías y revistas de Cuba y el extranjero.


Publicado

en

Autor:

Etiquetas:

Comentarios

Una respuesta a «10 Poemas del libro Heredades, de Jorge García Prieto, Premio Hermanos Loynaz 2022»

  1. Avatar de Lely Carrasci
    Lely Carrasci

    Excelente selección!!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

  • Campeonato Mundial de Escritura Creativa Eduardo Kovalivker 2024

    Campeonato Mundial de Escritura Creativa Eduardo Kovalivker 2024

    La Habana, Cuba. Por primera vez en la historia de la literatura cubana a partir de este próximo 20 de octubre, Día de la Cultura Nacional, se efectuará el Primer Campeonato Mundial de Escritura Creativa Eduardo Kovalivker 2024 desde La Habana, con el objetivo de estimular la escritura de ficción con un campeonato que llegue…


  • Un beso puede convertir hojas en blanco de Roswel Borges

    Un beso puede convertir hojas en blanco de Roswel Borges

    En esta ocasión traemos a Café Naranjo tres poemas del poeta villaclareño, Roswel Borges Castellanos. Un beso puede convertir hojas en blanco según la palabra, brotar en la escasez; disparar, a puerta vacía,                   un país                       en el exilio. Ríe la forma que deforma la forma… Ríe un niño, y el viento, sorprende la…