épicas del sur

Cinco poemas inéditos de Edilberto Rodríguez Tamayo

Cinco poemas inéditos de Edilberto Rodríguez Tamayo

En el Café Naranjo publicamos cinco poemas inéditos de Edilberto Rodríguez Tamaño, que los disfruten.


Puntos, asuntos

Una Epopeya es también clave

para que el soñador

permanezca con los ojos cerrados.

Parecemos monumentos

tallados por el tiempo

más puros, menos duros

por sangre que por hambre.

Altos, más por resistencia

                    que por paciencia.

Cualquier despertar es breve

cómo ese espacio leve

entre el miedo y el instinto.

Tampoco será distinto

si al ojo asoma el metal de las

                                           personas.

Ciertas pupilas abiertas

aparecen como puntos

                              asuntos

eternos a tratar.

Cada promesa es una fecha

que acecha en la memoria

historia (normada y silenciosa)

casi temerosa del despertar

de los que todavía se empeñan

y sueñan.


Weather report

Hacer alusión

             al ciclón

a la hecatombe.

También puede ser otro el nombre:

caos, sacrificio.

O acaso será un artificio

pues no siento

          la fuerza de los vientos.

Tampoco la lluvia golpea

pero algo avanza

                             destruyendo

                         lo estoy viendo,

a pesar que el sitio del ojo

 no es el que yo escojo.

Es casi una porfía

                una manía

de embestir contra el muro.

Esa pared que no se ve

es la hecatombe

o cualquiera de sus nombres.



Una silla recostada en la pared

Habrá una ventana abierta

una idea cierta

cómo corriente veloz.

También pudiera ser feroz

pero voy a dejarlo así

                      cómo si

las sombras bajarán del techo.

Lo hecho

no es el vacío, es otra esencia

una suerte de elocuencia

que me obsequia silencios

o el resto de la historia:

la vida conseguida,

diaria, precaria.

Feliz o triste,

es ese hombre que insiste

en recostar una silla en la pared.

Un hombre viejo,

que mira su imagen en mil espejos.



Significados

Te lo juro:

la palabra muro

es demasiado extranjera.

Isla puede una idea

rodeada por todas partes;

                                  comparte

que la nostalgia

es el acoso de estos años.

                         No te engaño,

la muerte es un abrigo imantado.

Repite conmigo, si digo:

incendio,

es para sumarle 

el que llevamos en los ojos.

                                El enojo,

algo que casi nunca alcanza.

Esperanza,

la prefiero, parece que conviene:

arteria azul latiendo en las sienes.


Cuchillos al aire

Vamos lanzando cuchillos,

será por el desaire,

ese que sale por los ojos

o por la misma respiración.

Al sentirse relegado, 

sin acceso o puesto a un lado,

por mecanismos sutiles

que son los más viles. 

Poses 

          porque nadie reconoce

que el culpable es él

cuando se trata del color de la piel. 

Hay dosis de racismo

que son puro cinismo

y van mezclados con libertad

en espacios de la sociedad:

con falso asombro

alguien te mira por encima del hombro

             intentando demostrar

que nada pasa, 

que el que lanza cuchillos

no es por el tema de la raza.

Un racista trabaja

como el filo de una navaja

sutil y callado, pero deja cicatriz

sobre todo en la raíz.

Ya ves, no me pierdo

voy a regalar un recuerdo:

mi madre me decía negro, 

de cariño, cuando era niño.




Edilberto Rodríguez Tamayo

Edilberto Rodríguez Tamayo
(Holguin, Cuba, 1954).
Es ingeniero y periodista


Ha publicado los libros de cuentos Berenice que estás por los cielos y Tristes caballos Azules, El tiempo de tu ciudad (poesía) y Vengo de todas partes (Géneros periodísticos). Ha aparecido en numerosas antologías en Cuba y el extranjero.


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Comentarios

Una respuesta a «Cinco poemas inéditos de Edilberto Rodríguez Tamayo»

  1. Avatar de Felipe
    Felipe

    Excelente propuesta!

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